martes, marzo 27, 2007

Tambores de guerra

Preparación

En estos días la soledad del corredor del fondo se ve alterada por el
sonido rítmico provocado por los ensayos de los cófrades. Acostumbrado a escuchar la única música de sus pensamientos, en estos días los grupos de ensayo perturban su paz interior. Sin embargo la cita se acerca, sabe mejor que nadie que el tiempo se le echa encima y que el círculo se estrecha, no hay excusa posible, sólo puede entrenar...constancia amigo corredor, constancia.

La semana pasada un frío inusual se apoderó de la ciudad, apenas se veía gente por las calles, pero fiel a su cita el corredor salió y completó sus rutinas. El tiempo no pasa por los kilómetros de asfalto que año trás año pisa, apenas puede distinguir ya que ruta hizo un día u otro, apenas puede recordar por donde se perdió la semana pasada, ese asfalto es su perdición y su necesidad.

Hoy ha notado un ligero cambio en el tiempo y el mismo asfalto que durante el invierno sólo era recorrido por unos pocos ahora comienza a llenarse de gente. La operación bikini está lanzada, los tambores de guerra marcan el comienzo de la batalla, sin embargo sabe que la batalla está a punto de llegar al desenlace final....

Objetivo Maratón

Conocedor de la incompresión que despierta en su entorno el someter a su organismo a un sufrimiento gratuito de esa envergadura prefiere callar, no desea justificar porqué lo hace, no desea demostrar nada a nadie, simplemente mantiene el mismo silencio con el que tantas noches ha compartido horas durante el entrenamiento. El hecho de cruzar la meta lo justificará todo.

Sabe perfectamente que la maratón es una prueba diferente, por muy preparado que vaya lo va a pasar mal , tarde o temprano las piernas le van a dejar de responder y la conversación que le hacía llevadera la carrera durante los primeros kilómetros va a desaparecer dejando paso exclusivamente al sonido de su respiración y al de sus zapatillas.

Metas personales

No es la primera maratón que ha corrido, por suerte o por desgracia ha superado algunas maratones durante su vida algunas más importantes que otras, sin embargo ha podido concluir que todas tienen algo en común:

- Si quieres afrontarlas debes prepararte, y cuanto más a conciencia lo hagas mejor;

- Por muy preparado que llegues sufrirás para llegar al final pero si no llegas y tu preparación ha sido buena muy probablemente tendrás otra ocasión para acabarla;

- No esperes flores por tu logro, ni siquiera esperes comprensión, simplemente sólo tu sabes porque lo haces.

Conclusión

Últimamente observo almas perdidas que deámbulan por las noches sin rumbo fijo, ingenuas almas disfrazadas con un manto de aparente triunfo, almas desorientadas capaces de arrastrar a otras por una senda de la que dificilmente puedo conocer a que camino conduce. Mi silencio es testigo y culpable... pero "la vida es maratón", la maratón de las maratones y no quiero quejas ni lamentaciones cuando llegueis el kilómetro treinta y veais asomarse el autobus de cola, para nada valdrá ya. Mientras tanto os veré triunfantes en vuestra carroza dorada de la despreocupación tirada por los flamantes corceles blancos, brillantes en la noche, gloriosos en el día. Hacedme ver que triunfais, contendré mi risa no lo dudeis, estaos bien tranquilos.

El tiempo pasa y los tambores retumbando anuncian que la maratón continúa.